Actividad Uno. Caso 3. Aislamiento y rechazo
Hoy he decidido abordar el supuesto número tres.
Aunque en un principio no se presenta como un caso de alumnos en posible riesgo de acoso, hay que tener en cuenta que el aislamiento o privación social, son considerados como un tipo de acoso.
Analizando la situación encontramos los siguientes alumnos que no forman parte de ningún grupo:
- Alumno 7. Solo es elegido por una persona.
- Alumno 17. Es rechazado por 14 compañeros, un 78,6%.
- Alumno 25. No es elegido por nadie, aunque no es rechazado.
- Alumno 13. Se elige recíprocamente con el alumno 24. Pero es rechazado por 11 compañeros un 38 %.
- Alumno 1. Aunque tiene dos elecciones recíprocas, es rechazado por 10 personas un 34, 5%.
Aunque en el sociograma sólo parecen 28 personas, los cálculos están realizados sobre 29 alumnos, tal y como indica en el título.
Una vez analizada la información del sociograma, implementaremos una serie de actuaciones encaminadas a evitar este aislamiento, principalmente sobre el alumno 17.
Mi propuesta es trabajar en el aula de manera cooperativa, creando grupos de trabjo de cuatro o cinco personas. Estos agrupamientos los haremos de modo que:
- En primer lugar se rompan los grupos de preferencia que aparecen en el sociograma.
- En cada grupo se incluirá uno de los alumnos en riego, anteriormente señalados.
- Incluir a los alumnos más prosociales con el mismo criterio, uno en cada grupo.
- Uno de los dos alumnos más prosociales (alumnos 20 y 26) estará en el grupo del alumno 17.
- Revisar a través de la aplicación Sociescuela que alumnos han rechazado al alumno 17, con la intención de que como mucho haya uno de ellos dentro de su grupo.
- Procuraré integrar al alumno 13 con el alumno 24 en el mismo grupo, ya que se han elegido recíprocamente.
Una vez realizados estos agrupamientos desarrollaremos el trabajo planteado, una unidad didáctica o un trimestre.
Procuraré hacer hincapié en la importancia de todos los miembros del grupo para el éxito final, incluyendo este aspecto dentro de los apartados de la rúbrica que utilizaré para evaluarles.
Posteriormente, un vez realizada la tarea y la evaluación de la misma, realizaré una valoración de esta intervención, para comprobar si se han producido cambios en las relaciones sociales del grupo. Para ello volveré a realizar un sociograma y constataré si se han producido cambios.